
El Dr. Pablo García-Pavía, de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca y Miocardiopatías del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda de Madrid.
Un tercio de pacientes con miocardiopatía alcohólica fallece o necesita un trasplante; otro tercio se recupera, y el tercio restante continúa sufriendo la patología pero manteniéndose estable. Son los resultados de una investigación realizada por el Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda de Madrid, liderada por el Dr. Pablo García-Pavía. La investigación ‘Historia Natural y Factores Pronósticos de la Miocardiopatía Alcohólica’ ha sido publicada en el Journal of the American College of Cardiology.
Los investigadores han conseguido predecir cómo es la evolución de la enfermedad, qué probabilidades de recuperación tiene el paciente y cómo influye el consumo de alcohol en el progreso de la miocardiopatía alcohólica.
En esta patología el corazón se encuentra agrandado y debilitado, por lo que no puede bombear suficiente sangre al organismo. Su origen se debe a un consumo habitual y excesivo de alcohol (al menos ocho vasos de vino/cerveza o cuatro de bebidas de alta graduación alcohólica por día durante un periodo de más de cinco años.
Según las conclusiones, es posible definir el pronóstico de estos pacientes con tres indicadores clínicos: no recibir beta-bloqueantes, presentar fibrilación auricular y tener un trastorno eléctrico en el electrocardiograma. También se ha comprobado que aquellos enfermos que reducen el consumo de alcohol a niveles leves-moderados muestran un pronóstico similar al de aquellos que se abstienen del consumo.
Por último, los investigadores han determinado que la miocardiopatía alcohólica tiene un mejor pronóstico que la miocardiopatía dilatada idiopática, que puede tener un origen genético o puede estar causada por agresiones externas producidas por sustancias tóxicas para las células o inflamación del corazón.
Esta investigación incluye el análisis de todos los pacientes con estas patologías atendidos en el Hospital Puerta de Hierro entre 1993 y 2011. En concreto, se han estudiado 94 pacientes con miocardiopatía alcohólica y 188 con miocardiopatía dilatada idiopática.
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