El Estudio TECOS, de MSD, analiza los resultados con sitagliptina
El tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) debe valorar los riesgos cardiovasculares (CV), puesto que en Cardiología más del 30 por ciento de los pacientes tiene también diabetes, una patología que multiplica hasta por tres la posibilidad de sufrir un infarto de miocardio.
El Dr. Xavier García-Moll, jefe de Hospitalización del Servicio de Cardiología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, ha explicado que “la DM2 es un factor de riesgo cardiovascular que sigue creciendo en las sociedades occidentales, asociada al sobrepeso y la obesidad. El 13,8 por ciento de la población española actual es diabética”.

Juan Francisco Merino, del Servicio de Endocrinología y Nutrición de la Unidad de Referencia para la Atención al Paciente Diabético del Hospital Universitari y Politécnic de La Fe de Valencia; Xavier García-Moll, jefe de Hospitalización del Servicio de Cardiología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, y Esteban Jodar, jefe de Servicio de Endocrinología y Nutrición de los Hospitales Universitarios Quirón de Madrid.
Entre los principales problemas, el Dr. García-Moll ha destacado la hipoglucemia y el incremento o descompensación de la insuficiencia cardiaca. “El paciente diabético tiene un incremento del riesgo de sufrir problemas cardiovasculares, por lo que es relevante que su tratamiento no induzca dichos problemas”.
El Estudio TECOS (Estudio de Evaluación de resultados Cardiovasculares con Sitagliptina), cuyos resultados han sido publicados en el New England Journal of Medicine, ha mostrado que este fármaco utilizado en el abordaje de la diabetes añadido al tratamiento habitual no incrementa el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares ni el riesgo de hospitalización por insuficiencia cardiaca en pacientes diabéticos tipo 2 con enfermedad cardiovascular establecida de al menos 50 años de edad.
TECOS, promovido por MSD, reunió a 14.671 pacientes de 38 países con al menos 50 años que tenían DM2 y enfermedad CV establecida. García-Moll ha valorado la importancia de esta investigación, ya que “algunos estudios sobre fármacos para reducir los niveles de glucosa han demostrado una serie de beneficios importantes (a nivel de reducción de complicaciones en los ojos y en los riñones), pero no en la reducción de mortalidad ni de infarto de miocardio”.