I Reunión Conjunta de la Sección de Electrofisiología y Arritmias y la Sección de Estimulación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología

Dr. Ángel Moya i Mitjans, presidente de la Sección de Electrofisiología y Arritmias de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
La enfermedad de Chagas y su incidencia en España es uno de los temas abordados estos días en Alicante, con motivo de la I Reunión Conjunta de la Sección de Electrofisiología y Arritmias y la Sección de Estimulación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
El Dr. Ángel Moya, presidente de la Sección de Electrofisiología y Arritmias de la SEC, ha indicado que el objetivo es “ampliar los conocimientos en relación al tratamiento de esta enfermedad que actualmente está creciendo a pesar de que, hace unos años, era prácticamente inexistente en España”.
“Hasta ahora se ha tratado esta miocardiopatía como cualquier otra, pero es mucho más agresiva y tiene peor pronóstico. Por ello, una mesa en colaboración con la Sociedad Latinoamericana de Estimulación Cardiaca y Electrofisiología (Solaece) es de gran ayuda para avanzar en el abordaje y tratamiento de esta enfermedad”, ha añadido.
La enfermedad de Chagas, de alta incidencia en países sudamericanos, es una patología infecciosa que conlleva problemas cardiacos: las primeras manifestaciones suelen ser arritmias, y en etapas más avanzadas la enfermedad se convierte en miocardiopatía dilatada, que aumenta la posibilidad de sufrir muerte súbita y alta incidencia de arritmias ventriculares malignas.
Estudios recientes presentados en el marco del último Congreso Europeo de Cardiología demuestran la utilidad de la resincronización cardiaca para el tratamiento de la insuficiencia cardiaca en pacientes con cardiopatía derivada de la enfermedad de Chagas.
La mesa dedicada a la enfermedad de Chagas, que se realizará el viernes 17, estará moderada por los Dres. Guilherme D. Fenelon, del Hospital Albert Eisntein de Sao Paulo (Brasil); Luis Enrique Aguinaga, del Hospital CPC-Tucuman (Argentina); Francisco Ruiz Mateas, del Hospital Costa del Sol de Marbella, y el propio Ángel Moya, del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona.