Madrid alberga el I Simposio Internacional sobre Cardio-Oncología

Los Dres. Miguel Ángel García Fernández, Juan Carlos Plana, Teresa López Fernández y Pilar Zamora, durante la presentación del I Simposio Internacional sobre Cardio-Oncología.
La Fundación Ramón Areces de Madrid es la sede del I Simposio Internacional sobre Cardio-Oncología, organizado por la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Fundación Española del Corazón (FEC) conjuntamente con la Fundación Ramón Areces y la participación de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Más de 300 expertos analizarán las circunstancias de esta nueva subespecialidad, que por ahora solo tiene una Unidad en el Hospital Universitario La Paz de Madrid.
Con motivo de este encuentro, la SEC ha presentado ‘Cardioncology’, el primer libro de Cardiología dedicado específicamente a la Cardio-Oncología, subespecialidad que engloba a un grupo de profesionales multidisciplinarios especializados en Cardiología, Oncología, Radioterapia, Hematología, Farmacia, Análisis Clínicos y Enfermería, implicados en el manejo y seguimiento de los pacientes afectados de cáncer.
Los expertos han recordado que la quimioterapia y la radioterapia triplican el riesgo de sufrir alguna complicación cardiovascular. La incidencia de insuficiencia cardiaca en pacientes tratados con antraciclinas oscila entre un 10 y un 30 por ciento, según la edad y el tipo de tratamiento recibido. Además, un 20 por ciento de estos pacientes tiene que suspender el tratamiento por problemas cardiovasculares, lo que empeora su pronóstico oncológico. La mortalidad cardiovascular es actualmente la causa más frecuente de defunción en pacientes que sobreviven a un cáncer de mama o a un linfoma.
Complicaciones cardiológicas que derivan del tratamiento oncológico
El Dr. Miguel Ángel García Fernández, secretario general de la SEC y coordinador del programa científico del simposio, ha explicado que “la reunión pretende poner en común experiencias clínicas con el objetivo de concienciar a todos los profesionales implicados en el abordaje del paciente oncológico sobre la necesidad de vigilar y tratar cuanto antes las complicaciones cardiológicas que derivan del cáncer”.
Por su parte, la Dra. Teresa López, del Servicio de Cardiología de La Paz y coordinadora del programa científico del simposio, ha explicado que “la radioterapia torácica es la más peligrosa desde el punto de vista cardiológico, sobre todo cuando se radia el mediastino, como en los linfomas y la mama izquierda”.
“La radioterapia produce daños a nivel del miocardio, del pericardio, de las coronarias y del tejido valvular, lo que deriva en insuficiencias valvulares, enfermedad coronaria precoz, pérdida de fuerza del corazón y patología pericárdica”, ha añadido.
Con respecto a los fármacos utilizados en quimioterapia, los efectos secundarios cardiovasculares más conocidos están ligados a las antraciclinas, que producen daño directo sobre las células del miocardio y causan disfunción ventricular.
El Dr. Juan Carlos Plana, del Cardiology Department del Baylor College of Medicine de Houston y coordinador del programa científico del simposio, ha destacado la necesidad de elaborar “protocolos asistenciales de monitorización que ayuden a controlar los factores de riesgo, tales como la hipertensión, la glucemia, el perfil lipídico y la función cardiaca, mediante el uso de técnicas de imagen y biomarcadores”.