La polución causa o agrava enfermedades cardiovasculares y pulmonares, infartos de miocardio y arritmias, según la AEMA
La contaminación atmosférica supone el mayor riesgo de salud medioambiental en Europa, según los datos presentados por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) en el informe ‘Calidad del aire en Europa-Informe de 2015’. Hasta el 98 por ciento de la población urbana de la Unión Europea respira aire que rebasa los límites de contaminación que marca la Organización Mundial de la Salud.
Las afecciones cardiacas son las principales consecuencias de la contaminación, junto con los problemas respiratorios y el cáncer. En general, la polución reduce la esperanza de vida de las personas, merma su calidad de vida y contribuye a la aparición de enfermedades graves.
El informe de la AEMA ha examinado la exposición de la población europea a la contaminación atmosférica, y ha hecho un retrato de la calidad del aire basándose en los datos de estaciones oficiales de vigilancia repartidas por toda Europa entre los años 2011 y 2013.
Los resultados indican que la mayoría de los habitantes de las ciudades sigue expuesta a unos niveles de contaminantes atmosféricos que la Organización Mundial de la Salud considera peligrosos. Los más frecuentes son las partículas en suspensión, el ozono troposférico (O3) y el dióxido de nitrógeno (NO2).
Los cálculos del impacto sobre la salud de la exposición a largo plazo a partículas en suspensión muestran que este contaminante fue responsable de 432.000 muertes prematuras en Europa en 2012, una cifra similar a la estimada en años anteriores. Dichas partículas pueden causar o agravar enfermedades cardiovasculares y pulmonares, infartos de miocardio y arritmias. El impacto estimado de la exposición a NO2 y O3 estuvo en torno a 75.000 y 17.000 muertes, prematuras respectivamente.
La polución, además, tiene “un considerable impacto económico al aumentar los costes médicos y reducir la productividad por los días de trabajo que se pierden en todos los sectores”, según ha afirmado Hans Bruyninckx, director ejecutivo de la AEMA.
Algunos contaminantes, como el ozono, provocan problemas a la vegetación y disminuyen el rendimiento de los cultivos. Entre los países más afectados, la AEMA ha destacado a Italia, los Balcanes occidentales y España.