En un manifiesto, la Sociedad Española de Cardiología pide a Farmaindustria que retire de su código ético el apartado que solicita la publicación individualizada y nominal de aportaciones en gastos de formación

Andrés Íñiguez, presidente de la SEC.
La Sociedad Española de Cardiología (SEC) considera que la resolución de la Agencia Tributaria en la que señala que el abono de los gastos de formación del médico debe ser considerado como retribución en especies para el profesional, y, por tanto, sujeto a tributación como ingreso en su impuesto de la renta, va a conllevar que los facultativos reduzcan su asistencia a actividades formativas. Por tanto, la SEC pide a la Agencia Tributaria y al Ministerio de Hacienda la rectificación de esta “medida injusta y nociva para los profesionales y para los pacientes”.
Según la SEC, el detonante de la decisión del Ministerio de Hacienda ha sido “la decisión de Farmaindustria unilateral y arbitraria de atribuir los gastos de formación a los médicos como si fueran ingresos que no reciben en ningún caso”.
La SEC recuerda que la formación continuada y la actualización de conocimientos es “una obligación ética, profesional y jurídicamente exigible para los médicos”, así como “una responsabilidad del empleador”. En el caso del Sistema Nacional de Salud, donde trabajan la gran mayoría de los médicos en España, los responsables son el Ministerio de Sanidad y los Gobiernos autonómicos, “que deben proporcionar los medios necesarios para promover dichas actividades formativas, tal y como recoge la Ley de Garantías y Uso Racional del Medicamento”.
En opinión de la SEC, estas entidades hacen desde hace muchos años “dejación casi absoluta de esta obligación para con sus trabajadores y profesionales sanitarios, por lo menos en lo que a aportación económica se refiere”. Para solventar esta situación, “las sociedades científicas se han responsabilizado de la organización y realización de actividades formativas, como congresos, cursos, etc.».
En concreto, la SEC tiene un amplio programa formativo anual de la máxima calidad científica, e igual puede decirse del resto de sociedades médicas en España”, señala la Sociedad Española de Cardiología. Hasta ahora ha sido la industria farmacéutica la que en su mayor parte ha contribuido a la financiación de estas actividades formativas, mediante becas no condicionadas a las sociedades científicas, recuerda la SEC.
Farmaindustria ha comenzado a publicar datos personales de los profesionales sanitarios “sin su consentimiento, incurriendo en un agravio a la intimidad y a los derechos individuales de los mismos”, dice la Sociedad Española de Cardiología. “Lo más sorprendente es que esta decisión cuenta con un informe supuestamente favorable de la Agencia de Protección de Datos, emitido hace un año, a petición de la propia Farmaindustria”.
Manifiesto de la Sociedad Española de Cardiología
1. Se requiere a la Agencia Tributaria y al Ministerio de Hacienda la rectificación de esta medida injusta y nociva para los profesionales y para los pacientes.
2. Se solicita al Ministerio de Sanidad que asuma sus responsabilidades en la formación de los profesionales del SNS y que inste a un cambio en la normativa tributaria para que los gastos en formación médica no sean considerados como ingresos en especie ni sujetos a tributación.
3. Se exige a Farmaindustria que retire su imposición unilateral y lesiva contra el derecho a la intimidad de los médicos, y como se ha expuesto, para la formación médica continuada, eliminando de su código ético el apartado que solicita la publicación individualizada y nominal de aportaciones en gastos de formación.
4. Se solicita a todas las sociedades científico-médicas de España, a su federación (FACME), a la Organización Médica Colegial y a todos los organismos participantes en el Foro de la Profesión Médica, su apoyo en estas medidas, así como la toma de decisiones que las hagan posibles.
5. Por último, se pide a los pacientes, a sus asociaciones y a toda la sociedad española en general que respalden estas iniciativas de sus médicos, representados en las sociedades científicas, cuyo primer y principal objetivo es garantizar la mejor y más actualizada atención de los enfermos.