Un reto del sistema sanitario, según la Dra. Sonia Gaztambide, es “la formación constante de los profesionales sanitarios, sobre todo para asumir nuevas tecnologías en el tratamiento”

Andoni Lorenzo y Sonia Gaztambide.
El Día Mundial de la Diabetes, que se celebra el 14 de noviembre, incide en esta ocasión en la protección a la familia de la persona con diabetes, en la necesidad de fomentar la educación terapéutica y en la importancia de adoptar sencillos hábitos de vida. La jornada, convocada por la Federación Internacional de Diabetes, en España es apoyada por la Sociedad Española de Diabetes (SED) y su Fundación (FSED).
La Dra. Sonia Gaztambide, presidenta de la Fundación SED, asegura que “dos de cada tres personas no sabrían cómo cuidar a un familiar con diabetes”. Una encuesta reciente de la Federación Internacional de Diabetes, realizada a 7.000 personas en siete países, destaca que el 51 por ciento de los afectados opina que su diagnóstico ha puesto a prueba a su familia; además, dos de cada cinco pacientes han sentido ansiedad cuando fueron diagnosticados y un 46 por ciento no quiere resultar un problema para su familia.
“Las familias necesitan ayudas para asumir la carga económica y emocional, además de contar con educación e información para afrontar el futuro. La diabetes eleva el riesgo de padecer eventos cardiovasculares y es causa frecuente de ceguera, fallo renal y de amputaciones de extremidades”, añade Sonia Gaztambide, jefa de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Cruces de Bilbao.

Presentación del Día Mundial de la Diabetes.
Por parte de los pacientes, Andoni Lorenzo, presidente de la Federación Española de Diabetes (FEDE), indica que esta enfermedad “obliga a tener una cierta disciplina en las rutinas”, como la alimentación, el ejercicio y la medicación. “Las recomendaciones que habitualmente recibimos no son específicas para nuestro colectivo. Debemos colaborar a la hora de elaborar menús saludables y acompañar a la persona con diabetes cuando vaya a practicar ejercicio”.
Retos pendientes
La concienciación es uno de los desafíos pendientes, según la Dra. Gaztambide: “Pretendemos sensibilizar a los pacientes, los familiares, las administraciones públicas, etc., respecto a la seria amenaza que esta enfermedad supone para la salud. Se trata de promover acciones para un diagnóstico más precoz y para un mejor control de la enfermedad que reduzca la morbimortalidad”.
Otra cuestión pendiente es “el riesgo de inequidad en el acceso a los nuevos tratamientos y recursos tecnológicos para el control de la diabetes, con algunas diferencias notables entre comunidades autónomas”, como destaca la presidenta de la Fundación. “En España todas las personas tienen acceso a la Sanidad pública y a los tratamientos farmacológicos para la diabetes, aunque en algunas comunidades puede haber limitaciones”, añade.
Algunas de esas diferencias por autonomías se detectan tras la aparición de nuevos recursos tecnológicos, como la monitorización continua de la glucosa (MCG), a pesar de las recomendaciones del Ministerio de Sanidad en relación con su implantación y uso. “En niños y adolescentes la MCG ha supuesto una mayor tranquilidad para los padres, ya que pueden tener acceso a los controles y hacer tareas de supervisión en la distancia, además de mejorar el control de la enfermedad; por su parte, en adultos facilita un conocimiento más profundo de lo que ocurre y ayuda en la toma de decisiones”.
Formación de los profesionales sanitarios
Otro reto del sistema sanitario, según la Dra. Gaztambide, es “la necesidad de formación constante de los profesionales sanitarios, sobre todo para asumir nuevas tecnologías en el tratamiento de la diabetes”. En general, deben actualizarse, adaptar programas de educación y tiempos de atención o valorar consultas no presenciales. Además, el desarrollo de nuevas tecnologías de comunicación plantea cambios en el manejo de las personas con diabetes gracias al empleo de internet, aplicaciones del móvil, etc.