Fotos y vídeos: Ideaymedia
El cáncer es un factor de riesgo cardiovascular y, además, la cardiotoxicidad que provoca su tratamiento es una de las asignaturas pendientes de la Cardiología. Así opina el Dr. José Luis López Sendón, jefe de Servicio de Cardiología del Hospital Universitario La Paz de Madrid. En esta primera parte de la entrevista concedida a Cuaderno de Cardiología, analiza los objetivos de CardioTox, un colectivo formado por especialistas en Cardiología, Oncología y Hematología de más de 20 hospitales españoles. «Cardiólogos y oncólogos debemos trabajar en equipo», ha defendido.
¿Cuál es el papel del cardiólogo ante la toxicidad cardiovascular secundaria a fármacos que se emplean en quimioterapia para curar el cáncer?
Los tratamientos modernos del cáncer consiguen que el enfermo viva mucho más tiempo y con una mayor calidad de vida, pero, a cambio, hacen que aparezcan más enfermedades cardiovasculares. Muchos fármacos que se utilizan en quimioterapia tienen efectos secundarios cardiológicos. Además, probablemente el cáncer en sí mismo es un factor de riesgo cardiovascular, aunque todavía no sabemos muy bien por qué.
Las personas que han tenido un cáncer en edad joven, después tienen hasta 20 veces más posibilidades de sufrir insuficiencia cardiaca o cardiopatía isquémica. Además, la quimioterapia produce complicaciones cardiovasculares. La quimioterapia mata células, lo que perjudica al corazón. El cáncer es una asignatura pendiente de la Cardiología, que está teniendo un desarrollo cada vez mayor dentro y fuera de España.
¿Qué es CardioTox?
En España se ha creado un grupo multidisciplinar, llamado CardioTox, formado por cardiólogos, oncólogos y hematooncólogos de más de 20 hospitales. El objetivo es estudiar mejor la cardiotoxicidad y delimitar la forma de diagnóstico y seguimiento de los enfermos con cáncer que reciben quimioterapia.
El cáncer y las enfermedades cardiovasculares ya se han convertido en muchos casos en patologías crónicas.
Hasta hace muy poco el cáncer y las enfermedades del corazón eran consideradas muy graves por su alta mortalidad y por las consecuencias de sus secuelas. Actualmente, el cáncer y la cardiopatía isquémica se han convertido en enfermedades crónicas, y las dos son muy frecuentes, por lo que muchas veces coinciden.
Además, hay otra relación entre las dos enfermedades. En el cáncer hay muchos factores de riesgo que son comunes con las enfermedades cardiovasculares, como por ejemplo el tabaco. Prácticamente uno no tiene un cáncer de pulmón si no fuma. Y también con algunas excepciones, pero uno no tiene un infarto si no fuma. Es un factor de riesgo común, lo mismo que la alimentación y otras causas.
¿Cuáles son los riesgos de los tratamientos oncológicos?
Los fármacos para el cáncer son muy efectivos, controlan la enfermedad y matan células cancerígenas, pero también pueden dañar otras células sanas. Estas medicaciones no son inocuas y, en algunos casos, tienen toxicidad cardiovascular. Los tratamientos más modernos van reduciendo esa toxicidad, pero siempre hay cierto riesgo y debemos mantener la vigilancia.
Por otra parte, el cáncer tiene otra característica, y es que se le da una prioridad absoluta a su diagnóstico y tratamiento, mientras que se olvidan un poco los factores relacionados, como las enfermedades cardiovasculares. Los médicos hemos bajado un poco la guardia respecto a la prevención en los pacientes con cáncer.
¿A qué pacientes afecta más?
Las personas muy jóvenes que han sufrido algún tipo de cáncer, en la edad adulta tienen entre 10 y 20 veces más posibilidades de padecer enfermedades cardiovasculares que el resto de adultos. En parte se debe a la medicación, y en parte es porque hay factores de riesgo comunes. También hay un poco de negligencia o condescendencia con la persona que ha sufrido un cáncer, porque es tan duro el trance por el que pasan que nos cuesta decirles también que, además, dejen el tabaco y mantengan unos hábitos saludables.
¿Qué supone para el paciente la identificación precoz de la cardiotoxicidad?
Muchos tratamientos del cáncer pueden ser cardiotóxicos, pero si la cardiotoxicidad se identifica en una fase muy precoz, entonces el tratamiento es muy sencillo y muy eficaz. Hemos aprendido que hay muchos tratamientos de fármacos anticancerígenos que antes se suspendían cuando aparecía cardiotoxicidad. Si esta identificación es precoz y se trata correctamente desde el principio no hace falta suspender el tratamiento de cáncer.
Son dos especialidades que se complementan de forma ideal en lo que tiene que ser un trabajo en equipo, con distribución de funciones. Tanto en España como en otros países se habla de la necesidad de desarrollar equipos o unidades de trabajo entre cardiólogos y oncólogos.
Pingback: “El estrés que provoca el cáncer es un factor de riesgo CV” | Cuaderno de Cardiología
Una entrevista muy interesante que deberían leer los pacientes de cáncer.
Muchas gracias por tu comentario, Eva.