«El estrés que provoca el cáncer es un factor de riesgo CV»

El Dr. José Luis López-Sendón ha analizado el efecto que el estrés y el impacto emocional causado por el cáncer provocan en el sistema cardiovascular, en esta segunda parte de la entrevista concedida a Cuaderno de Cardiología (Puede consultar aquí la primera parte). Además, el jefe de Servicio de Cardiología del Hospital La Paz de Madrid ha explicado cómo funciona Cardiotox, una iniciativa formada por un grupo de hospitales que coordina los servicios de Oncología y Cardiología.

José Luis López-Sendón, jefe de Servicio del Hospital La Paz de Madrid.

José Luis López-Sendón, jefe de Servicio del Hospital La Paz de Madrid.

Fotos y vídeos: Ideaymedia

¿El impacto emocional que provoca el cáncer también afecta al sistema cardiovascular?

Sí, porque el estrés es un factor de riesgo cardiovascular (CV) inequívoco. Y las personas que duermen menos de las 7-8 horas recomendadas tienen más enfermedades cardiovasculares. El estrés se asocia con la liberación de catecolaminas, sustancias vasoconstrictoras que tienen un efecto tóxico. Además, tenemos la evidencia de que la gente joven que ha sobrevivido al cáncer tiene en edad adulta entre 15 y 20 veces más posibilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular que otra persona no afectada. En estos casos podría influir no solo el estrés, sino también la memoria del efecto tóxico de los fármacos que se utilizaron, los factores de riesgo comunes, etc. No hay publicaciones científicas que lo corroboren, pero a mí no me cabe ninguna duda.

El cáncer y las enfermedades cardiovasculares se han convertido en patologías curables y crónicas. En la supervivencia interviene el grupo de profesionales sanitarios y métodos de diagnóstico y tratamiento, pero también se necesita la colaboración del enfermo: prevenir los factores de riesgo, seguir las instrucciones de los médicos y, en definitiva, cuidarse.

¿Cómo funciona la Unidad de Onco-Cardiología de La Paz?

En el Hospital La Paz identificamos hace años la necesidad de trabajar en equipo y creamos una Unidad de Onco-Cardiología que está funcionando en plan efectivo con protocolos. Probablemente, es una de las pioneras, desde luego en España y probablemente en Europa y el mundo.

Quizás no le hemos dado el bombo y platillo suficiente, pero surgió como respuesta a un problema, a una necesidad de la práctica diaria. Este grupo, que está muy bien compenetrado, está formado por oncólogos, hematooncólogos, cardiólogos, radiólogos, especialistas en Farmacia Hospitalaria, etc.; en definitiva, la gente que está relacionada con el cáncer y con su seguimiento a largo plazo.

El grupo está muy consolidado y siempre hay cosas por mejorar y por aprender. Es una especialidad nueva que está en evolución. Además, hemos agrupado en torno a nosotros para estudiar los problemas relacionados con la cardiotoxicidad a un grupo de 20 hospitales que estamos colaborando en investigación de nuevos métodos, nuevas estrategias de identificación del riesgo de toxicidad cardiovascular en enfermos con cáncer tratados con quimioterapia.

También estamos investigando nuevos métodos de diagnóstico que sean más efectivos y que molesten lo menos posible al enfermo, no solo porque sean tratamientos que no sean cruentos, sino porque no haya que repetirlos excesivamente. Son pacientes a los que agobiamos mucho con pruebas.

¿Qué patologías cardiovasculares son más frecuentes en el paciente oncológico?

La insuficiencia cardiaca (IC) es la patología clásica que tiene el paciente oncológico. La más frecuente era la cardiotoxicidad por antraciclinas que se empleaba sobre todo en el cáncer de mama y que producía IC. El diagnóstico lo hacíamos años después, cuando ya había muchos datos y manifestaciones clínicas. Y este tipo de IC era muy difícil de curar con las medicinas que teníamos.

Actualmente, en primer lugar, disponemos de antraciclinas mejores con mucha menos cardiotoxicidad. En segundo lugar, si identificas el problema cardiaco antes y lo tratas, no tienes que suspender el tratamiento. Es un gran avance.

¿Cómo ha evolucionado el paciente onco-cardiológico en los últimos años?

Un paciente con una miocardiopatía con insuficiencia cardiaca por antraciclinas hace 10 años cuando se hacía el diagnóstico era una persona desahuciada desde el punto de vista cardiológico. Sin embargo, hoy vemos que cuando aparece una alteración de la función ventricular precoz no tenemos que suspender el tratamiento oncológico.

Otros fármacos también producen arritmias. En general, algunos medicamentos alteran ligeramente los factores de riesgo como el colesterol, la glucemia, la tensión arterial. En algunos pacientes estos cambios leves pueden ser devastadores.

Por otra parte, debemos cambiar de mentalidad y dejar de ser condescendientes a medio y largo plazo con los pacientes oncológicos. Tenemos que controlar los factores de riesgo CV de estos enfermos.

¿Qué beneficios supone para el paciente detectar con antelación un problema cardiovascular?

Desde el proyecto Cardiotox estamos haciendo varios estudios de investigación clínica para ver cómo se puede detectar el enfermo que tiene más riesgo. Seguramente hay algunos factores que se relacionan que indican que hay más probabilidades de sufrir un problema.

También estamos realizando un estudio para conocer cómo varía el pronóstico de las enfermedades oncológicas cuando tienen cardiotoxicidad, basado en la observación de la experiencia. Se trata de un estudio de seguimiento observacional.

¿Qué ventajas supone el trabajo en equipo?

La cardiotoxicidad se conoce desde hace tiempo. La novedad es que estamos empezando a trabajar en equipo con los oncólogos, una innovación en estrategia que proporciona un beneficio al enfermo. Cardiotox está investigando el impacto que puede tener esa estrategia en la salud de la población y de los pacientes con cáncer.

El Hospital La Paz ha creado la unidad de Onco-Cardiología. ¿Este modelo es factible en centros hospitalarios más pequeños?

En los hospitales pequeños, en principio, la colaboración es más fácil. El programa de Onco-Cardiología es un concepto pionero y supone dedicar unos recursos humanos, sobre todo, para hacer las pruebas necesarias. Todavía tiene que demostrarse su eficacia, publicarse, comprobar que en otros sitios también obtiene buenos resultados. Estoy orgulloso de que La Paz sea uno de los hospitales pioneros.

Acerca de Eva Fariña

Soy licenciada en Ciencias de la Información. Me he especializado en contenido de ámbito sanitario, especialmente el que procede y está dirigido al profesional.
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